+507 225-1782

info@bautistadepanama.org

Ave. Cuba y Calle 27, Panamá

BLOGS


Desde el Escritorio de Pastor

" Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos."     

                                                                      Efesios 5:15-16

 

Te Invito cada Semana a tener un momento de Reflexión con las Sagradas Escrituras por medio de estos Apuntes 

  • Hoy celebramos el Día del Padre y queremos abrazar y felicitar a todos los padres de nuestra iglesia. ¡Hombres que han determinado ser padres de verdad! Pero, siendo honestos, es el padre el origen de muchos conflictos que enfrenta la familia. Por lo que celebrar el Día del Padre es motivo de gozo para algunos y de dolor para otros. Es por ello, que existe una marcada diferencia entre la celebración del Día del Padre y el Día de las Madres. ¡Esta diferencia es casi abismal!


  • “Juventud, divino tesoro”. Así dice el refrán popular. Pero, ¡es cierto! ¡Muy cierto! Sin embargo, pronto pasa; así que es necesario aprovechar de manera plena y sana está etapa en la vida del ser humano.


  • El Apóstol Pablo decía a los cristianos filipenses: “A mí no me es molesto escribiros las mismas cosas” (Fil. 3:1b). Por lo que hoy es necesario volver a enfatizar que valoramos la vida y decimos como el escritor bíblico: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría” (Sal. 90:12). Experimentamos cambios a nivel biológico, psicológico y social a lo largo de nuestra vida, por lo que es necesario entenderlos y prepararnos para atravesarlos. Pero, como somos seres relacionales y nos necesitamos unos a otros, entenderlo nos ayuda a prepararnos y a ser sensibles para ayudar a otros, en especial en la familia.


  •  

    Hemos afirmado que el cristiano debe aprender a respetar y valorar la vida: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría” (Sal. 90:12) y, como el ser humano está en continuo cambio hasta el último momento de su vida, experimenta cambios a nivel biológico, psicológico y social, que deben ser atendidos responsablemente por la familia cristiana.

     

    Hemos afirmado que el cristiano debe aprender a respetar y valorar la vida: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría” (Sal. 90:12) y, como el ser humano está en continuo cambio hasta el último momento de su vida, experimenta cambios a nivel biológico, psicológico y social, que deben ser atendidos responsablemente por la familia cristiana.