La iglesia es de Dios (1 Ti. 3:15). Cristo es la cabeza de la iglesia y, la iglesia es su cuerpo (Ef. 5:23; Col. 1:18). Esta iglesia es UNIVERSAL y a la vez LOCAL.
Universal, porque está compuesta de todos los creyentes que han creído en Jesucristo como Señor y Salvador, de toda lengua y nación, desde que fue instituida por el Señor en los días del Nuevo Testamento. Esta iglesia permanece y permanecerá hasta el fin.
La IGLESIA LOCAL, está formada por creyentes nacidos de nuevo que se reúnen en una comunidad para adorar, servir y ser testigos de Cristo a fin de que otros crean y sean salvos. Estas iglesias locales están por todos lados, donde quiera que hayan llegado hombres y mujeres que el mensaje de la gracia salvadora.
Estas iglesias locales nacen, crecen y se reproducen. Pero, con el paso del tiempo, algunas desaparecen por diversas razones. De tal manera que la iglesia de Jesucristo permanece hasta el fin, hasta el día que sea presentada como una novia ataviada para el Señor en el cielo (Ef. 5:27; Ap. 19:7,8). Pero, la iglesia local, puede dejar de ser. Esto lo podemos verificar en muchísimas iglesias neotestamentarias que dejaron de existir. De hecho, muchas iglesias locales (comunidades de fe) de Europa dejaron de ser por muchísimas razones. Se construyeron grandes templos y catedrales donde se reunió el pueblo de Dios, desde cuyos púlpitos se predicó un poderoso y vibrante mensaje que produjo grandes avivamientos. Pero, que hoy no están. Algunos fueron convertidos en museos, otros convertidos en mezquitas y otros destruidos. Aunque el templo NO ES LA IGLESIA, su permanencia, ayuda a identificar y cohesionar una comunidad de creyentes llamada iglesia.
Al cumplir 80 años de presencia y ministerio esta comunidad local de creyentes llamada PRIMERA IGLESIA BAUTISTA DE PANAMÁ, nos preguntamos. ¿Qué hace que una iglesia local permanezca? Reflexiono en algunos aspectos:
1. Su FUNDAMENTO: Cristo y su Palabra (Mt. 7:24; 16:18)
2. SOBREEDIFICAR sobre este verdadero cimiento (Sal. 127:1; 1 Cor. 3:11 ss; Hch. 5:39)
3. LA MISIÓN: sal y luz (Mt. 5:13-16); llevar fruto (Jn. 15:6)
4. LA UNIDAD (Jn. 17:21), nunca dividirnos (Lc. 11:17)
5. SIEMPRE FIRMES Y CONSTANTES (1 Co. 15:58)
Pastor José A. Martínez
